domingo, 5 de mayo de 2013


Falta de empleos obliga a San Pedranos a Prostituirse


Se iniciaron en algunas calles de Barandillas y se han expandido por diferentes sectores del centro de San Pedro Sula y sus alrededores.
La falta de empleo no sólo ha empujado a la prostitución a más mujeres, sino también a hombres.
Quienes se dedican al comercio del sexo atribuyen esta situación a la falta de trabajo, la desintegración familiar y la estigmatización; al no encontrar otra alternativa, decidieron tomar la calle.
Las esquinas de barrios como Barandillas, Guamilito, El Centro y El Benque son los sitios donde cada noche decenas de hombres y mujeres se dedican a buscar clientes.
Así como se ha ido expandiendo el número de personas prostituyéndose, también aumentan los métodos del trabajo más antiguo.
“La competencia en las calles es dura”, dice una mujer que sin inmutarse descubre sus partes íntimas cuando ve acercarse un vehículo.
Los más atrevidos son los hombres vestidos de mujer, los travestis. Ellos salen a la calle con pocas prendas y se ubican en la salida vieja a La Lima, en la segunda calle.
Alejandra Padilla, educadora en salud de la organización civil Unidad Color Rosa, señaló que es difícil controlar la vestimenta de los trabajadores sexuales.
“Cada día hay nuevas prostitutas en las zonas donde pasan los travestis. Orientamos a los que forman parte de la organización para apoyarlas, pero no se puede controlar a todas”, explicó Padilla.
No les dan empleo
Lamentó que muchos de los travestis se ven obligados a prostituirse, pues por su apariencia femenina no encuentran trabajo.
“No podemos estudiar porque no tenemos oportunidades y no nos dan empleo. Sufrimos discriminación sólo por sacarnos las cejas y dejarnos el cabello largo”, expresó Padilla.
Aunque la organización no tiene cifras exactas del número de travestis dedicados al negocio del sexo, manejan un grupo de aproximadamente 120 personas.
“Siempre hay alguien entre nosotras que busca trabajo y no encuentra. La prostitución no es rentable, pero no tenemos otras opciones”, agregó.
Su versión fue reforzada por Ángel Flores, coordinador de educación de la Comunidad Gay, quien asegura que en los últimos dos años, debido a la crisis económica, las estadísticas se han incrementado.
“La cantidad de hombres que les ofrecen su cuerpo a otros hombres y mujeres va en aumento.
La gente tiene necesidades y recurren a este trabajo, no porque les guste”, señaló Flores.
Según esta organización, en San Pedro Sula hay unos 200 hombres dedicados a la prostitución.
A pesar de ser hombres, corren los mismos riesgos que las mujeres en la calle; son golpeados, asaltados y hasta violados.
Más menores en la calle
Marlen Ordóñez, que está a cargo del proyecto de mujeres trabajadoras del sexo, indicó que les preocupa que cada día hay más menores de edad en las calles. Esto se deba a la desintegración familiar y la crisis económica.
“Muchas madres solteras tienen hasta ocho hijos y no encuentran trabajo, les dan mucha responsabilidad a las jovencitas y ellas se van a la calle”, explicó Ordóñez.
Dijo que más menores de edad que adultas se dedican a la venta de sexo.
Este proyecto trabaja con más de 120 féminas; entre ellas hay enfermeras, diseñadoras y de otras profesiones que no han podido poner en práctica debido a la falta de oportunidades de empleo.
“Al igual que en otras áreas, la economía en el comercio sexual ha bajado, pero la mayoría de las mujeres trabajadoras del sexo tiene bajo nivel educativo y no encuentra otras oportunidades”, manifestó Ordóñez.
A pesar de que estas tres organizaciones ofrecen educación sexual a los trabajadores comerciales del sexo, en la Unidad de Manejo Integral de las Enfermedades de Transmisión Sexual, Umiets, a diario se reciben mujeres con infecciones de este tipo.
Marlen Godoy, médica asistente, informó que siete de cada diez mujeres que reciben tienen infecciones de transmisión sexual.
Estas cifras son de las que trabajan en los bares y prostíbulos, que se conocen como cautivas, mientras a las de la calles las denominan ambulantes
.
“Salimos en las noches a hacer inspecciones pero es difícil controlarlas para que se cuiden”, señaló Godoy.
Aunque la Policía Municipal y la Preventiva les ofrecen apoyo en las intervenciones, muchas trabajadoras del sexo los han denunciado por diferentes abusos.
Julio Gonzales, jefe de la Policía Municipal, dijo que hacen inspecciones combinadas con salud para exigirles el carné y no descarta que algunos se aprovechen.

Los más atrevidos son los travestis que dejan al descubierto su cuerpo.